Para la buena verdad, la idea no es del todo mia. Me inspiré en una camiseta de Zara que tenía desde hacía mil años, que llevaba un aplique hecho de esta manera. Me gustó la idea y los hice yo, claro dándole mi toque personal.
Una vez más, el concepto es muy sencillito, pero como siempre, se necesita cierta maña para que el resultado sea el deseado. De hecho me suelen costar más quebraderos de cabeza de lo que apriori pueden aparentar.
Eso sí, merecen la pena ya que las posibilidades son casi infinitas, son muy combinables y gustan mucho.
En este resumen os muestro cuatro diademas y un pasador así de chulos... !Feliz Martes!
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